sábado, 7 de octubre de 2023

Rootkit

 ¿Qué es un Rootkit?

Un rootkit es un tipo de software malicioso diseñado para darle a un hacker la capacidad de introducirse en un dispositivo y hacerse con el control del mismo. Por lo general, los rootkits afectan el software o el sistema operativo del dispositivo que infectan, pero algunos pueden actuar sobre su hardware o firmware. Los rootkits operan en segundo plano, sin dar muestras de que están activos.

Tras introducirse en un equipo, el rootkit permite al ciberdelincuente robar datos personales o financieros, instalar otras aplicaciones maliciosas o unir el equipo a una botnet para propagar spam o para sumarse a un ataque distribuido de denegación de servicio (DDoS).

Tipos de rootkits

1. Rootkits para hardware o firmware

Los rootkits para hardware o firmware pueden infectar discos duros, routers o incluso la BIOS de un equipo. Estos rootkits no alteran el sistema operativo; les interesa, en cambio, el firmware del dispositivo. Al estar en contacto con el hardware, pueden guardar un registro de todo lo que el usuario escribe y de todo lo que hace en Internet.

2. Rootkits para el cargador del SO

El cargador es el mecanismo que da inicio al sistema operativo. Los rootkits de esta clase atacan ese mecanismo y reemplazan el cargador original por uno modificado. Gracias a esta estrategia, pueden activarse incluso antes de que el usuario haya comenzado a usar el sistema operativo.

3. Rootkits para memoria

Los rootkits para memoria se ocultan en la RAM del dispositivo y utilizan los recursos del sistema para realizar acciones maliciosas en segundo plano. Estos rootkits afectan el rendimiento de la RAM. Viven en la memoria del equipo y no inyectan ningún tipo de código permanente, por lo que desaparecen en cuanto se reinicia el sistema.

4. Rootkits para aplicaciones

Los rootkits para aplicaciones sustituyen archivos del sistema por otros propios. Algunos cambian la manera en que funcionan ciertas aplicaciones comunes. Infectan aplicaciones como Paint, el Bloc de notas o los programas de Microsoft Office. Cada vez que la víctima abre uno de esos programas, les brinda a los atacantes una vía de acceso a su equipo.

5. Rootkits de modo núcleo o modo kernel

Estos rootkits son especialmente peligrosos porque afectan la parte más central del sistema operativo: su núcleo. Los hackers los usan no solo para acceder a los archivos almacenados en el dispositivo, sino también para incorporar código que modifique el funcionamiento del sistema operativo. 

6. Rootkits virtuales

Los rootkits virtuales se instalan por debajo del sistema operativo. Una vez allí, hacen funcionar el sistema operativo original en una máquina virtual e interceptan sus interacciones con el hardware. Los rootkits virtuales no necesitan modificar el núcleo del sistema operativo para lograr sus cometidos, lo que los hace muy difíciles de detectar.

Cómo detectar un rootkit

1. Pantallazos azules

Windows te muestra una gran cantidad de errores o de “pantallazos azules” (pantallas de fondo azul con texto en blanco) y necesitas reiniciar el equipo con mucha frecuencia.

2. Comportamientos inusuales en el navegador web

Los vínculos te redirigen a sitios extraños o encuentras marcadores que no recuerdas haber agregado.

3. Problemas de rendimiento

El dispositivo tarda mucho en iniciarse, funciona más lento que de costumbre o deja de responder a menudo. Puede suceder, asimismo, que el sistema ignore las órdenes que le des con el teclado o con el mouse.

4. Cambios no autorizados en los ajustes de Windows

Notas que, aunque no has cambiado ningún ajuste, el fondo de pantalla no es el que tú definiste, la barra de tareas se oculta automáticamente o la fecha y la hora no son las correctas.

5. Problemas de funcionamiento en las páginas web

Las páginas web o las interfaces de red funcionan esporádicamente o no dan abasto con la cantidad de tráfico.




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